Los crímenes que siguen cometiendo los grupos paramilitares en el departamento de Córdoba alcanzan cifras aterradoras. Según la Defensoría del Pueblo en el 2010 fueron asesinadas 575 personas, y en lo que va corrido del año, se contabilizan 31 asesinatos por acción de estos grupos. Estos hechos criminales han causado un inmenso dolor a la población.
El representante Cepeda considera execrable que a través de estos homenajes se pretenda rendir homenaje o legitimar acciones criminales, e igualmente que se intente presentar a los victimarios como héroes nacionales. “Bajo ninguna circunstancia deben existir homenajes públicos a grupos armados causantes de tanta violencia, muerte y dolor en el país. La existencia del Monumento a la Paz ofende a las víctimas de crímenes de lesa humanidad que continúan perpetrando estos grupos en zonas que siguen bajo su control. ¿Cómo explicar a los familiares de los estudiantes Margarita Gómez y Mateo Matamala que en la capital de Córdoba existe un monumento a los paramilitares?
El monumento según declaró el jefe de las AUC, Carlos Castaño, en el libro Mi Confesión “invita al ciudadano a convertirse en paramilitar”.

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