En relación con los hechos que han generado debate público en las últimas semanas y que conciernen al Polo Democrático Alternativo manifiesto lo siguiente:
Desde hace varios años el PDA ha sido atacado por sus posiciones políticas en torno a asuntos vitales del acontecer nacional. Es innegable que el Polo ha sido objeto de una campaña sistemática que ha buscado desprestigiar a varios de sus dirigentes con el fin de crear una imagen negativa de estos. Al mismo tiempo, los logros que han tenido las dos administraciones distritales del Polo han sido desconocidos con propósitos claramente políticos: la implementación de la educación gratuita hasta el grado 11, la apertura de miles de cupos para educación tecnológica y profesional; la política de seguridad alimentaria que busca erradicar el hambre y la desnutrición en Bogotá; la ampliación de la cobertura en el servicio de salud; el diseño de una EPS distrital que demuestre que la salud es un derecho y no un negocio; la consolidación de un sistema integrado de transporte, etcétera. Todos estos son programas y decisiones de gobierno que demuestran que en Bogotá sí se puede garantizar derechos constitucionales que históricamente se le han negado a la mayoría de nuestros ciudadanos.
No obstante todo lo anterior, considero que la gravedad de los hechos de los que se responsabiliza tanto a algunos funcionarios públicos de la administración distrital, como a algunos miembros del partido ameritan una pronta y transparente investigación, así como también una total colaboración con las instancias judiciales y disciplinarias competentes. En estas circunstancias no caben ni apoyos acríticos ni actitudes encubridoras.
El Polo en virtud de su talante democrático debe ser el abanderado de la defensa del derecho al control político. La ética y la transparencia en el ejercicio de los funcionarios públicos y representantes del Polo son un deber sin el cual no se puede construir un proyecto político alternativo. Las denuncias no pueden ser simplemente ignoradas, vengan de donde vengan. De hecho, las denuncias presentadas por miembros del Polo resultan una oportunidad para demostrar con transparencia ante la sociedad colombiana el carácter democrático y los principios políticos del partido.
Además de las investigaciones de los órganos competentes se requiere que la administración distrital y el Alcalde presenten ante el Polo una rendición de cuentas de su gestión en la ciudad.
De otra parte, se hace necesario contrarrestar las tendencias de caudillismo que no consulta ni responde a las decisiones colectivas del partido. No puede pretender ser democrático aquel que pisotea las normas de la participación democrática de una colectividad.
Al mismo tiempo, propongo que se desarrolle un debate amplio y franco sobre las diferencias que se vislumbran al interior de la organización. En medio de un ambiente nacional donde la única oposición política es el Polo, considero que es imperativo convocar a la mayor brevedad la realización del congreso nacional del PDA.
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